El Adviento nos invita a recordar que Dios es fiel.
A lo largo de la historia, el pueblo de Israel esperó la llegada de un Mesías, un libertador que restauraría la justicia y la paz.
Hoy, en Adviento, esa misma esperanza se renueva en nosotros.
Esperamos la celebración del nacimiento de Jesús en Belén, pero también recordamos que Él prometió volver.
Esta espera no es pasiva, sino una preparación activa del corazón, llena de alegría y expectación por Aquel que viene.
El profeta Isaías, voz de la esperanza y la promesa
Al encender la primera vela de nuestra Corona de Adviento, la vela de la Esperanza, recordamos las profecías de Isaías que anunciaron esta gloriosa venida.
"Consolad, consolad a mi pueblo —dice vuestro Dios—. Hablad al corazón de Jerusalén y proclamadle que su tiempo de servidumbre ha termina-do, que su iniquidad ha sido perdonada; que de la mano del Señor ha recibido doble castigo por todos sus pecados. Una voz clama en el desierto: Preparad un camino para el Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios. Todo valle será rellenado, y todo monte y colina será nivela-do; lo torcido se enderezará, y lo escabroso se allanará. Entonces se revela-rá la gloria del Señor, y toda la humanidad la verá. Porque la boca del Se-ñor ha hablado."
— Isaías 40, 1-5
El profeta Isaías nos habla de consuelo y esperanza. En medio de las dificultades o incertidumbres de la vida, ¿Dónde encuentro consuelo en la promesa de Dios? … ¿Qué me ha pasado este último tiempo que necesito consuelo? … ¿Qué quebrada me puede estar separando del Señor?
"Preparad un camino para el Señor". ¿Qué significa para mí "pre-parar un camino" en mi vida hoy? ¿Hay algún "valle" que necesite ser rellenado o una "montaña" que necesite ser nivelada en mi corazón? … ¿De qué se trata? … ¿Qué me puede alejar del Señor?
¿Cómo puedo cultivar una actitud de espera gozosa y activa en este Adviento, en lugar de una espera pasiva o ansiosa? … ¿Qué espero? … ¿A quien espero? ¿Al Señor? … ¿A quién?
¿De qué manera la venida de Jesús (en Navidad y al final de los tiempos) me llena de esperanza para el futuro? … ¿Cuál es mi esperanza?
Señor Jesús, en este tiempo de Adviento, te pedimos que avives en nosotros la llama de la esperanza.
Que tu venida sea nuestro consuelo y nuestra alegría.
Ayúdanos a preparar nuestros corazones, allanando los caminos para que tu gloria se manifieste plenamente en nosotros y a través de nosotros. Que sepamos esperar tu llegada con un corazón vigilante y lleno de fe. Amén.
Elegiré un pequeño gesto de caridad o reconciliación que me ayude a "allanar un camino" para Jesús en mi vida o en la vida de alguien más.
Envía un mensaje a la comunidad sobre como te fue en esta ficha al correo